Los garajes pueden generar un gran estrés al conducir. La presencia de otros vehículos, las típicas columnas, las rampas de cambio de nivel, el espacio tan ajustado, etc. Son muchos factores los que debemos tener en cuenta, lo que provoca golpes con demasiada frecuencia. Para evitar mayores consecuencias, una buena opción es colocar una protección de garajes.
Protección de garajes, ¿qué es?
Hablamos de elementos de seguridad con diversas funciones y composiciones. Dependiendo del tipo, pueden tener por objetivo reducir el impacto de un golpe, identificar el final del espacio de estacionamiento o informar sobre la necesidad de rebajar la velocidad:
- Protección de columnas. Consiste en una superficie de material acolchado que se coloca en las columnas, ya sean cuadradas o circulares. Existen diferentes tipos, como las bobinas, las esquineras en ángulo recto o las de ángulo chaflán. Su función es disminuir las consecuencias de un golpe con la columna, al amortiguar el impacto.
- Protección de rampas y paredes. Las rampas son lugares de difícil maniobra en un parking, por lo que la protección acolchada puede ser de gran utilidad. Su función es amortiguar las posibles colisiones, impidiendo que nuestro vehículo sufra una abolladura, por ejemplo. Disponemos de protecciones de distinta altura, con huecos entre ellas y de diferentes colores.
- Reductores de velocidad. Se instalan a la entrada del garaje o antes de zonas de conducción delicada. Su objetivo es conseguir una aminoración de la velocidad para minimizar los riesgos. El material, a diferencia de las protecciones, es resistente y se coloca en el suelo.
- Sistemas de protección para ventilación y extracción de humos. Están hechos a partir de espuma de poliuretano. Su función es proteger los sistemas de ventilación o de extracción de humos. Por tanto, se colocan inmediatamente debajo de estos, en los techos.
- Topes de estacionamiento para suelo y pared. Realizados a partir de PVC reciclado, se colocan en el suelo o en la pared con el objetivo de que podamos estacionar nuestro vehículo sin sobrepasar los límites. Además, tienen una función protectora, dado que absorben los impactos.
Colocar estos elementos en nuestro garaje nos permite ganar en seguridad y tranquilidad. Gracias a sus vivos colores, estaremos más alerta de los peligros. Además, en el indeseable caso de sufrir un pequeño golpe o una colisión, la protección absorberá el impacto y las secuelas serán menores.
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